LA IMPORTACIA DE LOS CONVENTOS
Tuvieron, grande importancia los conventos, ya que la inventiva dulcera fue en gran medida prueba y error, observación de la mudanza de ciertas propiedades de los ingredientes: el azúcar, que en el agua se volvía líquida y con el fuego se caramelizaba; las claras de huevo, que se esponjaban con el aire, o las yemas liaban y barnizaban.
Los conventos fueron verdaderos centros de investigación, experimentación, producción agrícola, organización comunitaria y acarreo de agua para el consumo y riego.
La fabricación de dulces mexicanos en el siglo XVI corría a cargo de las monjas de los conventos que necesitaban sufragar sus gastos. Los conventos urbanos no eran autosuficientes debían adquirir algunos ingredientes aun teniendo huertas y establos.
El dinero de los conventos provenía en parte de las dotes de las monjas, de los donativos de los patrones que eran ricos mineros, comerciantes, terratenientes o viudas y de los objetos piadosos o especialidades culinarias de las religiosas. Así, las carmelitas poblanas hilan seda para poder sufragar los gastos de la terminación de su iglesia; confeccionaban deshilados y bordados para pagar a un orfebre, o bien elaboraban dulces y empanadas para regalar.
Las formas en que más rápidamente se difundieron las recetas conventuales en la nueva sociedad, fue a partir de las hijas de familias criollas y mestizas, que recibían educación en los conventos.
Las mejores recetas de cocina de la colonia, salieron de dichos conventos y son hoy las más tradicionales en la cocina mexicana. Los Chiles en Nogada, el Rompope, el Mole Poblano, los Dulces y Ates, son algunos de ellos.
Cabe destacar que los conventos fueron una de las mejores maneras para propiciar lo que es la difusión de técnicas y de recetas que ponen en alto la gastronomía y en especial a la confitería mexicana. Este tipo de aspectos y situaciones que invadieron a México durante la época de la colonia dieron un gran paso al desarrollo del país no solo en tecnología; sino que también en la adopción de técnicas culinarias y la adecuación de recetas que se conocían en otros lugares del mundo, así mismo, es aquí donde se presenta una enorme creatividad de las personas que habitaban y asistían a los conventos quieren eran los encargados de poner en alto la institución a la que representaban y la mejor manera de hacerlo era mediante la implementación de dulces que colocaran al país como uno de los mas ricos no solo en cultura sino que también en ámbito culinario y en este lapso de tiempo en donde se da la creación de dulces típicos mexicanos que ahora podemos encontrar y difundir por todo el país entre los cuales podemos citar:
- Cocadas
- Capirotadas
- Rompope
- Macarrones
- Glorias
- Jamoncillos
- Frutas confitadas
- Tortitas de Santa Clara
Entre otros mas ejemplos, pero si bien es cierto es que la época conventual formo una enorme columna de lo que es el México actual, pues de ella dependieron muchos avances y conocimiento de recetas que en ocasiones y a la fecha pueden ser desconocidas o restringidas por muchos conventos.
Finalmente, es muy resaltante y notorio decir que asi como los conventos fueron parte importante para el nacimiento de los dulces mexicanos, la confitería del México actual es un orgullo que se ve representado de diversas maneras puesto que su historia y su concepto como tal son indispensables para que hable por si misma y se convierta en parte importante de la identidad de cada habitante de esta nación.
Las mejores recetas de cocina de la colonia, salieron de dichos conventos y son hoy las más tradicionales en la cocina mexicana. Los Chiles en Nogada, el Rompope, el Mole Poblano, los Dulces y Ates, son algunos de ellos.
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